
Pascua con flores en El Palacio de Hierro
A principios de año me contactaron de Gilda Ibarrola para ayudarles con un proyecto para El Palacio de Hierro, había que poner varias puntos focales dentro de la tienda con flores, el único tema es que durarían en piso aproximadamente 3 meses. Mi primer acercamiento fue con flor natural y darles mantenimiento, pero al final resulto que ese sería imposible ya que se irían al interior de la república algunos, entonces había que buscar una solución donde no se maltrataran y pudieran durar el tiempo que requerían.
Bajo esa limitante me puse investigar lugares donde vendieran algunas flores artificiales que nos ayudaran al armado, ya que aparte teníamos el tiempo encima, la verdad es que eso no me parece novedad, desde que trabajaba en la agencia siempre todo urgía para ayer… empecé a entrar en pánico ya que no era el único proyecto que tenía en puerta y en total era armar 238 arreglos chicos y 232 grandes que cupieran en una caja sin maltratarse para transportarse en paquetería y que cuando llegarán a su destino pudieran solo ponerlas dentro de la base sin ningún problema.
Entre ir y venir se llego a un acuerdo donde se harían arreglos campiranos que vestirían las tiendas simulando un picnic ya que estarían en la temporada de pascua. El juntar todas las flores fue una travesía ya que no fue fácil encontrar la misma flor en tan poco tiempo y debían ser iguales entre ellos y pluuuus no debían verse CHAFAAAAS ni muuuy falsas. Termine comprando todo en varios lados de la ciudad ya que tenía todo empecé a dividir las flores por arreglo, fue un fracaso total, ya que era mas complejo.
Entre todos armábamos de todo un poco y nos íbamos rolando las chambas para no cansarnos de hacer lo mismo, estaba el que pegaba el musgo al bloque verde que no es oasis se llama diferente ya que es para flor artificial, luego estaba el que cortaba los bloques y los iba armando al tamaño, el que ponía la flor morada, luego alguien mas el follaje, luego las flores amarillas, las hortensias, las amapolas, etc.. total que nunca terminabas. La entregas fueron por días y eso ayudaba mucho ya que no había manera de armar todos juntos puesto que necesitaba un bodega para ir haciéndolos y dejándolos listos. El equipo de Gilda Ibarrola iba al estudio a poder empacar ya que no había manera de transportarlos para que ellas luego armaran, así que hicimos de nuestra casa su casa por varios días.
Cada que un amigo me hablaba o me invitaba a algún lado terminaba sonsacándolos a que me ayudaran, y la verdad es que no hubo manos que faltaran de la cantidad de gente que se unió al proyecto además del equipo. Fue muy divertido y no hubo día que no riéramos por alguna novedad al armar arreglos.
Los arreglos se veían increíbles ya montados y la verdad es que todos los que apoyaron en el proceso del proyecto estaban satisfechos. Sin duda con contratiempos o no estos proyectos son los que hacen de POGA los días tan divertidos.