
Aniversario La Otilia
Hace unos meses fue el aniversario de “La Otilia” y tuve la oportunidad de formar parte con algunos arreglos para vestir el gran día. La Otilia para los que no lo conozcan esta en Valladolid #76 en la Roma Norte, CDMX, ofrecen alimentos y bebidas gluten free, saludables y bastante buenos. Yo ya había ido varias veces a comer ahí ya que como muchos saben llevo algunos años sin comer gluten y es una muy buena opción, sin duda se los recomiendo.
Volviendo al tema de la decoración, tuve que alinearme a los colores del aniversario que eran dorado, blanco, negro y al presupuesto claro, cuando piensas en esos colores en flores se torna complicado, pero buenooo, me aventure. Primero hice algunos bocetos en acuarela para que pudieran ver que es lo que planeaba llevar el gran día y si les gustaba. Después de estar indagando y viendo como podía hacer los arreglos, pensé en una batidora de donde salieran las flores haciendo alusión a las maravillas que cocinan día a día para todos los celiacos, también pensé en un carrusel de cupcakes y para las mesas tenía que ser algo chiquito porque eran periqueras, así que con unos vasos de La Otilia debía ingeniármelas, la intención de los vasos era que siempre estuviera presente el nombre del lugar.
El arreglo principal y el que vestiría la barra sería la batidora ya que debía ser el más grande y era sin duda el que más reflejaba a La Otilia. Lo que no saben fue que unos días antes del evento ya cuando empecé a ir por las flores, y todo lo que necesitaba para poder empezar con la acción…. encontrar la batidora se volvió una locura incluso creo que estuve a punto de llorar poquito jajajaja de tres prestamos ninguno se estaba adecuando a poder ir por ella.. no sabia que hacer porque claro que meter la cabeza al escusado no iba a solucionar nada, incluso podría salirme peor, después de entrar en crisis y azotarme con la pared, de postear en Facebook quien podía prestarme una, apareció el superhéroe más grande que con su capa me abrazo y se encargo de devolverme la tranquilidad, no estoy hablando de mi papá, si no de ese ser incondicional que no sabes como pero logra conseguir ayuda y siempre te agarra la cabeza antes de meterla en el escusado, incluso estoy seguro que hubiera metido la cabeza conmigo jajajaja no es cierto. Cuando me llego la batidora al estudio me regreso el color y la felicidaaaaad, era mejor de lo que tenía en mente, era mucho más grande y sin duda fue la madre de los arreglos ese día.
La verdad es que cada proyecto involucra una historia y cada uno me hace pasar por todos las emociones, casi siempre me salto la de enojo la verdad, jejeje pero me encanta que cada arreglo lleva un trasfondo desde el boceto, hacer el pedido de flores, pasar por mi café antes de ir a Jamaica, platicar con Dioni (la chica que me da las flores), limpiarlas, etc.. Sin duda el diario de un florista se vuelve muy divertido y diferente así como las temporalidades de las flores.